LA SEMILLA

Escarba la semilla su destino
En los oscuros frios del fondo de la tierra.
Su vida o su muerte pendiendo tan sólo
De que el azar la bendiga sin buscar más afrenta.

¡Cava presurosa! Orgullosa ignorante
¡Cava maldita!, la fortuna le espeta
Tu tiempo se agota, la tierra se seca,
La privavera se aleja, el verano se acerca.
¡Cava maldita! , presumida aspirante
No te quedes dormida, la muerte despierta.

Extenuada cavó la brava semilla
Cavó y cavó hasta que se vió ya perdida
Decidió no seguir, no tenía sentido
Por más que cavara no hallaría el camino
Horas de esfuerzo fueron toda su vida
¡Que pronto pasó! Esperanza baldía
Al menos ella puso todo su empeño
pero nació ya orientada al más negro infierno.
A sus espaldas quedó la luz, todo era silencio.

Agotada la semilla cedió, enterrada en sus más bellos sueños
Viendo crecer las raices de otras, sin envidias, ni desconsuelos.
De repente el sol que soñó, llegó a la sombra venciendo.
Y con él los colores, el agua y un soplo de viento.
Plena su vida fue, aunque un siglo fuera para ella tan sólo un momento.
Si los sueños nos mueven a luchar aunque nos den ya por muertos.