Unzen

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Foto de Julian Vanderveen

miércoles, octubre 08, 2008

Nieve en Miyajima



Hace ya unos años, tuve la gran suerte de poder pasar algunas horas en esta isla mágica de Japón, llamada Miyajima.

Miyajima es una pequeña isla que descansa vieja a pocos kilómetros de Hiroshima. Su nombre en japonés significa "Isla Templo" y su principal atractivo es la visita al templo shintoista de Itsukushima. En este templo se encuentra el famoso Torii (el de la estampa) cuya curiosidad reside en que está construido dentro del agua...

Yo visié Miyajima en invierno. Era uno de esos días desapacibles de invierno; frios y ariscos...

Recuerdo que aquel día nevaba mucho, tanto que yo casi no podía ver ni mis pies...

Visité el templo, todo estaba desierto, no había rastro de turistas ni de nativos . No había nadie, sólo yo.

Tras visitar eltemplo decidí que sería buena idea subir a lo alto del Monte Isen. Me habían dicho que desde el mirador en lo alto, se podía ver toda la bahía e incluso Hiroshima..También me dijeron que sólo era un agradable paseo .tal vez 15 minutos...

. Así fue como decidido, empecé a subir a través de los pequeños senderos de montaña...

Lo que parecía una pequeña y saludable caminata, pronto se convirtió en una pesada lucha por evitar que mis pulmones se escaparan de mis costillas....Desencajado, babeando y arrastrándome después de poco más de dos horas de camino, logré llegar a la cima y desde allí para mi desgracia no se podía ver nada. Una niebla densa cubría todo, como si de un espeso manto de algodón se tratara..

De repente alguién me llamó ....por mi nombre....¿quién podía ser?... Me giré, pero no pude ve a nadie. "¿quién podría ser si yo estaba allí solo....completamente solo...?"

Una voz suave, en japonés, siguió llamándome por mi nombre.....cada vez más cerca..cda vez más familiar....mas cercna...... Pero yo no podía ver a nadie...!!Allí no había nadie¡¡ .

Me pareció escuchar también la voz de una señora mayor. Parecía el hablar dulce de una anciana que se dirigía a alguien. Si había alguien más...la anciana y un niño....."¿pero...dónde están?"...

La voz del niño sonó muy cerca....Esa voz musitaba mi nombre. Yo estaba enloqueciendo.....

Otras voces de mujeres se hicieron claras.... Eran varias voces jóvenes... todo tan real, tan diáfano, tan desquiciante.....Yo no podía ver a nadie....pero los podía ya sentir....cada vez más cerca.......

Sudaba. Mi corazón se desgarraba por bombear sangre a todo mi cuerpo alocadamente. Sin querer mis piernas empezaron a temblar......y mis dientes empezaron a acompañar....Era un despojo desquiciado.

Muerto de miedo, escapé. Corrí, corrí monte abajo tán rápido como podía- Las voces eran claras....una anciana, un niño y otras mujeres jóvenes hablaban entre ellos divertidos...Sin embargo a veces el niño con su voz suave me conminaba a unirme a ellos....- " Issho ni azobi ni kimasenka?" ..no vienes a jugar conmigo..? me decía....

Muerto de pánico seguí corriendo. Corría sin parar, enloquecido...En mi loca huida observé que un pequeño restaurante de U-don estaba abierto. Había gente. ¡Estaba a salvo!...

Sin pensarlo entré en el local disparado. Tropecé con gran estrépito con un estudiante que tomaba tranquilo su katsu-don y le hicé daño...creo que mucho daño......Todos me miraron.

Me senté, e intentando tranquilizarme pedí para disimualr otro katsu-don....No tenía hambre, pero me daba igual...total no pensaba en salir de allí nunca...Al menos hasta que me echaran.....

El camarero-cocinero se dirigió hacia mi y solícito me sirvió un humeante cuenco de U-don. A la vez, me miró fijamente. Yo juraría que hasta una pequeña risilla se le escapaba de soslayo.

No dijo nada, yo tampoco...Pasaron unos 40 minutos y cuando ya sólo quedábamos en y yo en el local se dirijió a mi diciéndome:

- " Hiciste bien en no ir con él..." Ahora estarías muerto...

"De qué coño me habla"......le dije. Él se rió, esta vez descaradamente y tras colocarse el paño de cocina en su hombro se volvió a dirigir a mi...

- "Hace ya más de 1000 años, en este mar que ves en frente de ti, un día de invierno como hoy, los clanes de Genji y Heike lucharon en su batalla final...Los Genji ganaron y los Heike fueron exterminados y con todos ellos, el pequeño príncipe Antoku, de sólo 6 años de edad...

Su abuela, viendo que ya en la batalla,todo estaba perdido, engañó a su nieto diciéndole que jugarían a un lindo juego.. Un juego en el fondo del mar.

Él receloso al principio, se empezó a animar al comprobar que todas las doncellas al servicio de su abuela...Todas ellas , jovenes de no más de 14 años , le invitaban sonrientes a compartir con su abuela ese juego.......

-" Será divertido". pensó

Y así él confiado, cogió la mano de su abuela y saltaron al mar... Detras de ellos también saltaron todas las jóvenes doncellas y aún después, también. los pocos guerreros que decidieron no seguir luchando....

El príncipe Antoku murió. Sus restos nunca fueron encontrados, ...pero aun hoy, más de 1000 años después, se dice que en frios días de invierno - como éste - allá en el Monte Isen, Antoku invita a desconocidos a unirse a él, para jugar....

Son ya 1000 años.....Toda una eternidad".....y Antoku empieza a aburrirse"....

Aun hoy puedo escuchar nítidamente la voz dentro de mi.......tan limpia, tan pura, tan inocente....tan fria y distante como la muerte....

1 comentario:

Malena dijo...

Precioso relato que hace soñar.

Un abrazo.